Loreto Iciar Fernández Gutiérrez. Jefa del Servicio de Edificación de la Dirección General de Vivienda y Directora de las obras del edificio de 20 viviendas de promoción pública bajo el estándar Passivhaus en Muros de Nalón.
Resúmen:
La pobreza energética se define como la situación en la que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de suministros de energía, como consecuencia de un nivel de ingresos insuficientes y que, en su caso, puede verse agravada por disponer de una vivienda ineficiente en energía. Una de las líneas de las políticas de vivienda debe ser, sin ninguna duda, conseguir viviendas energéticamente más eficientes.
En el presente artículo se da a conocer el estándar Passivhaus y su implantación en Asturias a través de la construcción un edificio pionero en la localidad de Muros de Nalón.
Palabras clave: pobreza energética, Passivhaus, eficiencia energética.
Introducción
Una de las líneas de las políticas de vivienda debe ser sin ninguna duda conseguir viviendas energéticamente más eficientes. El objetivo es mejorar la calidad de las viviendas en Asturias y la calidad de vida de las personas que las habitan, pero ¿cuáles son las necesidades y los factores determinantes para que un hogar reúna los requisitos adecuados? ¿Es posible construir viviendas con un grado de confort óptimo sin tener que hacer frente a facturas de consumos fuera de las posibilidades reales de la familia que la habita? ¿Cualquier familia puede adaptarse a vivir en una vivienda altamente eficiente?
Pobreza Energética y su relación con la vivienda
La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética define la pobreza energética como la situación en la que se encuentra un hogar en el que no pueden ser satisfechas las necesidades básicas de suministros de energía, como consecuencia de un nivel de ingresos insuficientes y que, en su caso, puede verse agravada por disponer de una vivienda ineficiente en energía.
Las principales manifestaciones de pobreza energética son: incapacidad de mantener una temperatura adecuada en el hogar, retraso en el pago de las facturas, un gasto energético excesivamente bajo, por lo que consecuentemente no se consigue un confort adecuado en la vivienda o un gasto en suministros energéticos desproporcionado sobre el nivel de ingresos.
Entre los requisitos que debe reunir una vivienda están la habitabilidad, la salubridad, y el confort higrotérmico:
Afortunadamente cada vez somos más conscientes de que el consumo energético necesario para conseguir el confort térmico debe ser el mínimo imprescindible para cumplir con los requisitos de ahorro, eficiencia y sostenibilidad ambiental.
Nuestra normativa autonómica lleva años regulando aspectos que determinan unos mínimos aceptables en relación con la habitabilidad. Aunque está claro que en el diseño de las viviendas propiedad del Principado de Asturias debemos seguir implementando los parámetros que la mejoran, es en la salubridad y el confort higrotérmico donde se puede dar un gran salto cualitativo con respecto a la forma de construir de los últimos años, para lograr que las viviendas sean realmente mucho más confortables y más eficientes.
Respecto al consumo necesario para conseguir esos parámetros, desde hace unos años la normativa de construcción en España exige que los edificios sean de “consumo casi nulo”, pero quizá las especificaciones que recoge el Código Técnico de la Edificación no son suficientemente exigentes para asegurar el mínimo consumo consiguiendo un gran confort y una excelente calidad del aire interior. Sin embargo sí existe un estándar Europeo de calidad de la edificación que garantiza estos aspectos: El estándar Passivhaus.
El estándar Passivhaus
Una edificación pasiva es un tipo de construcción enfocada a la reducción máxima de la energía necesaria para su climatización, logrando mantener una temperatura constante y confortable mediante la optimización de los recursos existentes. Para ello, se trabaja a través de técnicas de construcción pasivas como, entre otras, un buen factor de forma que reduzca la superficie en contacto con el exterior para disminuir las necesidades de climatización, una orientación correcta de las ventanas para aprovechar el calor del sol y la ventilación natural cuando es necesaria, o utilizar protecciones solares que impidan un sobrecalentamiento en verano.
Además se debe conseguir un gran aislamiento de la envolvente (fachadas, cubierta, es decir la superficie en contacto con el exterior), ausencia de puentes térmicos, que son puntos por los que se disipa la energía, hermeticidad, para evitar infiltraciones de aire no deseadas, carpintería de altas prestaciones y ventilación con recuperación de calor.
El objetivo final del estándar Passivhaus es minimizar la necesidad de generación de energía para calefacción o refrigeración, combinando así los máximos niveles de calidad y confort con los mínimos niveles de demanda energética, proporcionando un elevado grado de calidad de aire interior e importantes beneficios para la salud de los usuarios. Un planteamiento que va más allá del cumplimiento del actual Código Técnico de la Edificación y de cualquier otro sistema de alta eficiencia energética.
Las ventajas del diseño y la construcción de edificios Passivhaus, es que estos garantizan una demanda energética entre un 75% y un 90% por debajo de la que tiene un edificio convencional, y proporcionan un alto nivel de bienestar a quienes los utilizan o habitan. De esta manera las familias que vivan en ellas pueden experimentar un confort térmico elevado aún sin usar apenas el sistema de calefacción.
Las claves de la utilización de la certificación Passivhaus son: la seguridad y fiabilidad que ofrece como garantía del resultado y de la eficiencia de la inversión pública, la experiencia de su aplicación en el resto de países de la Unión Europea y la consideración del propio estándar en cumplimiento de las directivas europeas ante la falta de concreción de la definición de edificios de consumo casi nulo en nuestro país.
El estándar Passivhaus en Asturias
En relación con lo mencionado anteriormente, desde el Gobierno del Principado de Asturias se planteó la conveniencia de proyectar un edificio pionero en Asturias: 20 Viviendas de Promoción Pública, en régimen de alquiler en la localidad de Muros de Nalón bajo el estándar Passivhaus.
Características
El edificio se diseñó con una volumetría que permite el soleamiento de todas las viviendas para aprovechar al máximo la energía solar. Se trata de 20 unidades habitacionales de programa reducido (50 m2). Una de ellas es adaptada para personas con movilidad reducida y consta de un dormitorio, salón-cocina y baño; las demás se distribuyen en: salón-cocina, dos dormitorios, tendedero y baño.
La disposición de los volúmenes del edificio permite una óptima orientación de las viviendas de tal manera que todas tienen estancias orientadas al sur, obteniendo así ganancias solares en invierno. Asimismo, en verano, esta volumetría permite a todas las viviendas tener ventilación cruzada para poder realizar un refrescamiento nocturno que permita disipar el exceso de calor y los huecos al sur se protegen mediante contraventanas exteriores para reducir el sobrecalentamiento.
Para lograr estas premisas se proyecta un patio ajardinado central, que se configura como un gran espacio de relación vecinal, y en torno al cual se ubican los cuatro cuerpos de tres alturas que definen el edificio, así como las pasarelas de acceso a las viviendas. Estas pasarelas permiten resolver la accesibilidad en un único núcleo de comunicación vertical. La estructura portante del edificio es de madera, por lo que se minimizan los puentes térmicos y se consigue construir de forma más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Además cuenta con gran aislamiento térmico, un riguroso control de infiltraciones, y una máxima calidad del aire interior que se consigue por la incorporación de una ventilación eficiente con recuperación de calor. Esta instalación se encarga de renovar y filtrar el aire interior continuamente, al mismo tiempo que trata de conseguir un confort térmico mediante la cesión de la energía del aire que se expulsa al que entra del exterior, calentándolo sin ayuda extra de ningún sistema de calefacción. Si se precisa un aporte energético mayor la calefacción funciona incrementando la temperatura del aire a la salida de la máquina de ventilación.
Las ventanas son de triple vidrio con vidrios bajo emisivos, lo que las convierte en un elemento muy eficiente para conseguir ganancias de calor en invierno y reducir las pérdidas de energía. Para la obtención del agua caliente sanitaria se utilizan aerotermos, un sistema de energía limpia muy eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
Ejecución
Tras la ejecución del edificio, para la puesta en uso del mismo, resultó fundamental formar y acompañar a las personas inclinas en la correcta utilización de las viviendas. Aunque no es complicado su manejo, es importante entender que hay diferencias con una vivienda convencional. Por ejemplo, no es necesario abrir las ventanas en invierno puesto que el sistema de ventilación se ocupa de mantener el aire renovado y limpio continuamente. Si se abren las ventanas cuando hace mucho frío en el exterior, la temperatura de la vivienda bajará y no resultará efectiva la recuperación de calor, elevando el consumo de calefacción.
Para garantizar su buen uso y correcto funcionamiento, las 20 viviendas están monitorizadas: Tanto la persona usuaria, como la Dirección General de Vivienda y VIPASA, reciben información sobre el comportamiento energético de las viviendas en tiempo real, de manera que se pueden obtener datos de consumo y verificar su correcto uso y funcionamiento.
Hace tan solo un mes que están habitadas, y de momento la acogida de las persona inclinas ha sido buena. El reto ahora es verificar que efectivamente los consumos son mínimos y los usuarios disfrutan de un gran confort. El dato a tener en cuenta es que en noviembre cuando se entregaron las viviendas se encontraban entre 19ºC y 20ºC sin haber utilizado ningún sistema de calefacción desde la finalización de las obras.
Conclusión
En resumen, la Administración, debe ser capaz de liderar el cambio hacia un modelo de edificación económica, social y ambientalmente más sostenible. Es necesario afrontar iniciativas pioneras que se adelanten a la implantación normativa obligatoria y a la normalización de los procedimientos habituales de diseño y construcción. Pero no se trata únicamente de conseguir una edificación de calidad, accesible, sostenible y eficiente, además las nuevas iniciativas edificatorias deben implantarse acompañando a las familias que van a disfrutarlas para que estas puedan sacar el mejor rendimiento y disfrute de ellas, enseñando a optimizar su uso y verificando que efectivamente las personas que las habitan han conseguido el objetivo de construir su hogar. Se trata en definitiva de buscar la manera de poner las nuevas viviendas al servicio de las personas.
Anexo Fotográfico
Bibliografía
Consejería de Servicios Sociales y Derechos Sociales. (2018). Decreto 73/2018, de 5 de diciembre, por el que se aprueban las normas de habitabilidad en viviendas y edificios destinados a viviendas en el Principado de Asturias. Boletín Ofial del Principado de Asturias nº 290 de 17/12/2018.
Fernández Somohano, C., Vila, J. (2019). Proyecto básico y de ejecución de 20 VPP y trasteros en Muros de Nalón. Arquitecta: Cristina Fernández Somohano. Arquitecto Técnico: Jaime Vila Tarrío. Asistencia Passivhaus: Amaya Salinas de León.
Ministerio de Vivienda. (2006). Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación. Sucesivas modificaciones y actualizaciones. Boletín Oficial del Estado nº 74, de 28/03/2006.
Ministerio de Sanidad, Consumo y Binestar Social. (2019). Estrategia nacional de prevención y lucha contra la pobreza y la exclusión social 2019-2023. Recuperada de https://eapn.es/ARCHIVO/documentos/noticias/1553262965_estrategia_prev_y_lucha_pobreza_2019-23.pdf
Passivhaus institute. (2020). Recuperado de https://passivehouse.com/
Plataforma Edificación Passivhaus.(2020). Recuperado de http://plataforma-pep.org/